Es increíble lo que nos puede brindar la naturaleza. Resulta que en 2012 un equipo del instituto de biofísica celular en Rusia se encontraban investigando antiguas madrigueras en Siberia, de repente encontraron una semilla congelada a dos metros de profundidad dentro del permafrost; esta es básicamente una capa de suelo que permanece constantemente congelada sin embargo no está cubierto de nieve o hielo.
El estudio que realizaron a la semilla arrojó que tendría aproximadamente 32 mil años congelada en ese lugar y era perteneciente a la especie de silene stenophylla con la cual lograron cultivar nuevas plantas de la especie, esta se caracteriza por ser una planta con flores blancas nativa de Siberia nororiental y de las montañas septentrionales de Japón. Al final, estos resultados fueron publicados en la revista científica PNAS.
En la actualidad, la planta está siendo investigada por un equipo de científicos de la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida de Viena, pues nadie sabe cómo la semilla pudo sobrevivir tanto tiempo, por lo que el objetivo principal del estudio es explorar su ADN a través de un mapeo de los genes de plantas que pueden adaptarse a condiciones muy secas, calientes o frías.