Animales beneficiosos para el jardín- edición 02 Sarria Company
El césped natural ofrece un aporte
estético a las zonas verdes, siempre y cuando se mantenga su cuidado. Pertenece
a la familia de las gramíneas, la cual está compuesta por 10.000 variedades. Los expertos lo definen como el tapiz
vegetal herbáceo de escasa altura que cubre la superficie del suelo.
Su apariencia verde, natural y
fresca crea un espacio armonizado. Es una de las plantas que más requiere
mantenimiento para que su apariencia siempre sea brillante y tupida.
Por esta razón, te traemos unos consejos que puedes
tener en cuenta para cuidarlo y mantenerlo en tu jardín:
Corte
de césped: la altura perfecta
del césped depende de varios factores, como el uso y el clima, pero una altura
adecuada está entre 3 y 5 centímetros.
Abonado
del césped: esta planta
consume nutrientes de la tierra, así como todas las demás plantas, lo que hace
necesario reponer mediante fertilizantes. Recuerda que debes seguir las
instrucciones y dosificar correctamente porque un abono escaso, puede que no
haga efecto, pero en exceso podría quemarlo. También, es necesario evitar
abonar cuando el césped está mojado porque el abono se podría pegar a las hojas
y quemarlas.
Riego
de césped: este punto es uno de
los más importantes para mantener un césped vivo, la frecuencia del riego
depende de la temperatura y la humedad. Cuando le falta riego, las hojas toman
coloración apagada y algunas zonas empiezan a notarse marrones.
Eliminar
malas hierbas: la maleza que
crece en nuestro césped, compite con la planta por agua y los nutrientes, puede
apoderarse del terreno si no logra eliminarse a tiempo. Lo ideal, sería
eliminarlas manualmente, extrayendo al máximo de raíz.
Airea
y escarifica: el aireado de
césped permite que el suelo no se compacte y que el agua llegue correctamente.
Logrando así, que no enferme.
Los anteriores consejos son los primordiales para que
nuestro césped luzca saludable y con una apariencia agradable.
Lo importante es reconocer los problemas cuando
notemos zonas secas, malezas, enfermedades o insectos que quieran destruirlo.
Si hay un área despoblada, descubre el motivo y procura encontrar una solución
pronta. Las larvas blancas suelen ser la plaga más frecuente del césped.
También se pueden encontrar los colémbolos, rosquillas negras, lombrices,
babosas y caracoles.
¡Un césped bien cuidado es producto de un arduo, pero
gratificante trabajo!